Me gustan las personas cuya mirada diáfana y sin sombras
oscuras te mece en un mar sereno y en calma, llenándote de ganas de navegar
incluso a la deriva. Esas que te hacen sentir mimada, cuidada, querida.
Me gustan las personas sinceras, que no necesitan
sobrevivir en la mentira ni destruir con ella las ilusiones, los sueños, la
confianza que les depositas. Con las que vivir como un libro abierto sin miedo
a que arranquen violentamente sus páginas. Esas que se acercan a ti sin
subterfugios ni caras ocultas.
Me gustan las personas tiernas, sensibles y emotivas. Esas
que no esconden sus sentimientos, su afecto, su cariño. Y que, por el
contrario, lo muestran sin pudor, sin tapujos, sin medida. Haciendo derroche de
besos, de caricias, de abrazos, de sí mismas.
Me gustan las personas que besan sin vergüenza, sin control, que
abrazan sin límites ni barreras, que tocan y acarician. Esas ajenas al espacio exterior, ensimismadas
en la realización de los sentimientos. Porque no hay nada más hermoso que las
expresiones de vida que manan del corazón y el roce armonioso de los sentidos.
Me gustan las personas que te hacen sentir ganas de
aprender, de crecer, de saber, de conocerlas, de explorarlas y de vivirlas. Que
te quieren aprender, saber, conocer, explorarte, vivirte. Esas que dan sin
esperar. A las que deseas darte sin cortapisas y sin temor a que arranquen de
raíz tu serenidad.
Me gustan las personas que te calientan el alma en las
frías noches de invierno con el toque ligero de una sonrisa. Esas capaces de
desmembrar el calor del verano y hacerlo más llevadero pues son un soplo de
aire fresco en tu día a día.
Me gustan las personas que, cuando pasan por tu vida, si no pueden mejorarla, al menos la dejan como la encontraron: sin rasgarla, sin ajarla, sin destruirla ni herirla.
Ibone - La Línea de la Concepción- 26/27 dicembre ’21
Vitoria- ottobre '21
