Dime, si puedes,
qué hiciste del amor tan inmenso con que te envolví.
¿Qué hiciste de los besos que nos
dábamos?
Y de todos los abrazos infinitos en
los que perdíamos
la noción del tiempo,
del mundo,
del espacio...
De nuestros cuerpos perfectamente
entrelazados.
Del calor que desprendía nuestro deseo.
De la dulzura que en ocasiones te
delataba.
¿Qué hiciste con las caricias de tu
rostro?
Aquéllas que grabé con las yemas de
mis dedos.
Con las huellas de las palmas de mis
manos
en tus manos.
Dónde acabaron las miradas enamoradas
y las risas convulsivas
que nos llenaban de alegría
en momentos inesperados.
¡Cuánto las extraño!
Dónde están las palabras,
las promesas,
los proyectos,
las sonrisas,
el reflejo de mis pupilas en las
tuyas.
Tu mirada penetrante
hambrienta de mis ojos.
Y el terciopelo de tu piel
que con avidez acariciaba.
¿Dónde?
Dímelo si es que puedes...
Dímelo si es que puedes...
¿Qué hiciste que tan pronto te olvidaste
de mí, del amor que me juraste?
De un tiempo junto a mí ya tan
distante.
5 gennaio ’20 Ibone
Villa Bellini, Catania- luglio'19
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