Advertencia

Todo lo que publico en este blog es material original libremente creado por mi mente. La idea es la de reunir textos que he escrito en el pasado alternándolos con textos que produzco en la actualidad.
Ninguna pretensión literaria. Todo lo que escribo nace de mi imaginación, de mis sentimientos, de mis vivencias. ¡Es exclusivamente mío!
Yo no escribo lo que pienso, yo escribo lo que siento. Si a alguien lo incomoda de alguna manera, no tiene por qué leer.

giovedì 1 novembre 2018

Balance anual

Mañana empieza un nuevo año para mí y, aunque no necesito una excusa para hacer balance, aprovecho la ocasión para algo que me encanta: ¡Escribir! ¡Escribir-me!
Mi año LI ha sido, sin lugar a dudas, uno de los más enriquecedores (me atrevería a decir el que más en absoluto) de toda mi vida.
Se han poducido profundos cambios en mi persona, una transformación absoluta. Nada casual o debido al azar. ¡Todo lo contrario! Se ha tratado de un proceso necesario, buscado, deseado y duramente perseguido. Un año de trabajo continuo para desenmascarar a los fantasmas que durante gran parte de mi vida han habitado en mi interior y que se habían apoderado de mi voluntad y de mi entusiasmo sumiéndome en una especie de grisura medieval.
Ha sido el año del "¡Basta! ¡Me niego a seguir sobreviviendo! ¡Quiero aprender a VIVIR conmigo misma!".
Recuerdo cuando mi psicóloga (ya "ex"...) me hablaba de la gente con bienestar, que no es lo mismo que felicidad pues ésta es efímera y depende a menudo de factores que escapan de nuestro control mientras que el bienestar, la plenitud, la serenidad van íntimamente ligados a la actitud con la que afrontamos lo que nos sucede. Yo la escuchaba y veía ese bienestar interior como una quimera, una ensoñación casi. En todo caso, como algo lejano y en ocasiones inalcanzable. Sin embargo, mi decisión de luchar por ello era firme y yo tengo una fuerza de voluntad inquebrantable. Por lo que decidí ponerme manos a la obra de la única manera que sé  hacer las cosas: con pasión, dedicación y tenacidad.
El cambio es notable a simple vista. La gente que me rodea es testigo de ello y me lo hacen presente con frecuencia. Empezando por mis niñas lo cual me llena de orgullo.
Lo que muy pocas personas saben es el durísimo trabajo que está detrás de mi sonrisa y de mi alegría. Cuántos folios escritos analizando y destripando pensamientos. Y creedme, no es nada fácil sino todo lo contrario. Cuántas lágrimas bajo la ducha para evitar mi dolor a las dos personas que más amo en este mundo. La lucha feroz contra la apatía y la desgana. El dolor incluso físico de la resistencia para no caer de nuevo. El coraje de plantarle cara a la bestia para demostrarme a mí misma que el peligro estaba sólo en el modo errado de mis no-razonamientos. El combatir la desidia y hacer "los deberes" cada día, sobre todo cuando me sentía sin fuerzas para hacerlo. El tiempo dedicado a respirar, a parar, a pararme, a aprender a estar en el momento presente sin dar tumbos anacrónicos,  a obligarme a retomar las ganas extraviadas.
En este momento, a punto de inaugurar mi año LII, SIENTO con intensidad lo que vivo, lo que veo, lo que escucho, lo que toco, lo que ingiero, lo que huelo; en resumen, todo lo que me circunda. Lo disfruto y no me resulta difícil encontrar el lado positivo que todas las situaciones esconden. Estoy dispuesta a aceptar la tristeza pero no el sufrimiento porque sé que he nacido para VIVIR a 360° y sobre todo porque después de 51 años y 365 días, estoy BIEN y A GUSTO conmigo misma, sin necesidad de adobos externos (que tampoco excluyo, obviamente).
Sí, hoy 1 de noviembre del 2018, último día de mi año LI, afirmo y constato que me siento BIEN, serena, llena de vida, de entusiasmo y actualmente feliz.

               IBONE (con mayúscula)

1 noviembre 2018

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