A veces pero sólo a veces,
el océano vuelve con sus olas a revolverlo todo.
Como un torbellino incontrolable, potente.
Se cuela en mi voluntad forcejeando insistente.
Una lucha cuerpo a cuerpo contra tu recuerdo.
Un pulso entre olvidarte o mantenerte.
A veces pero sólo a veces,
me sumerjo en sus aguas gélidas y me dejo vapulear por la resaca intensa.
Consciente de cuánto sea peligroso cabalgar agarrada a la crin de un caballo desbocado.
Intuyendo perfectamente que no podré mantenerme en equilibrio sobre sus lomos.
Antes o después me arrojará muy lejos rompiéndome los huesos del alma durante la caída.
A veces pero sólo a veces,
esas aguas saladas que queman los ojos, se me antojan en calma.
Y tú me saludas desde el horizonte sonriente.
Tus ojos se clavan en los míos con devoción esbozando esa sonrisa tuya característica.
Mordisqueas tu labio inferior mientras me atraviesas el corazón con tu mirada.
Me tiendes tu mano firme repleta de afecto sincero.
Y yo....
La aferro displicente, escéptica, temiendo caer y ser engullida por el profundo inmenso de un desencanto voraz como ese océano, ese mar infinito que contemplamos juntos una vez, en un tiempo.
A veces pero sólo a veces...
Veces que duran y perdurarán para el resto de una vida: la mía, la tuya... ¿La nuestra?
Cierro los ojos. ¡No sueño!
Me seco las lágrimas... para que no me impidan ver más allá de mi deseo.
Sin embargo...
18 nov'18
18 nov'18
IBONE
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