Agujero negro

Quise llenar de lágrimas el agujero negro que dibujaste en mi vida. Lloré, lloré con desconsuelo y con afán por lavar así mis sentimientos. A modo de catarsis emocional para suturar la herida enorme que me habías producido.

¡Intento vano! Ya que el pozo de mi dolor resistente se me antojaba cada vez más profundo y la desesperación comenzó a ganar terreno día a día.

Probé a atiborrarme de odio y de desgana y de hielo polar para ver si te cubría, te contrarrestaba, te destruía. Te cauterizaba.

Pero ni el tiempo ni la rabia ni las ganas de arrancarte de mi venas, ésas por las que tu recuerdo nítido discurría, consiguieron aliviar el dolor maldito que me atenazaba cada vez que la insistencia  caprichosa de tu insinuarte en mi cabeza revolvía mis tripas. Duele.

Como si formases parte de mi código genético, perseverabas con ahínco y sin sentido aun consciente de lo absurdo que resulta. E inútil.

El pesar de amar sin esperanza, de saber que somos dos ríos cuyos caudales no van a poder confluir nunca, condenados a desembocar en mares lejanos entre ellos; es algo que no puede curar ni el tiempo ni la voluntad ni la cabezonería aunque viviéramos mil años. Desdicha.

Intenté no sentir, no sentirte como te siento a pesar de que cuando estabas, te sentía ausente, distraído, ensimismado en tus círculos concéntricos alrededor de tu ombligo.

Y tan sólo conseguí enredarme aún más en tu recuerdo persistente. Indignada, irritada conmigo misma por mi incapacidad.

Quizás fingiendo que  jamás formaste parte de mi vida al igual que siempre me mantuviste al margen de la tuya, podré liberarme para siempre... Quizás.

28 gennaio ’20- Ibone

Barcelona, enero 2019

La letra

Se me cayó la letra de tu nombre

al cruzar la calle del olvido.

Con su ausencia en mi piel

seguí adelante

arrastrando en soledad

mi pies sin la huella de los tuyos.

Me volví para buscarla

cuando comprendí que su carencia

era severa.

Y una ráfaga de viento voluptuoso

engulló mi voluntad,

alimentó mi ceguera.

Me privó de los sentidos.

Nada oía

ni veía

ni sentía

ni esperaba.

Y me vi deambulando entre tinieblas

sin saber el porqué del desvarío.

¿Dónde estoy?

¿Quién soy yo?

¿A qué he venido?

¿Dónde estás?

¿Tú quién eres?

¿Por qué te has ido?

A lo lejos, desdibujada sobre el suelo,

junto a recuerdos que contigo había vivido,

vislumbré esa parte de tu nombre

que en la calle del desdén había perdido.

La pereza me invadió

y el desconsuelo.

Decidí seguir siempre adelante

y no usar nunca más tu vocativo.

Mi amigo,  mi amor, mi amante…

Por los siglos de los siglos.

Ibone- 22 gennaio’20

Museo del neón, Varsovia, noviembre 2019

A te

Sogno

Le tue dita che mi sfiorano intermittenti

Come la piuma di un uccello che cade

Lieve, leggera e ondeggiante dal cielo.

Ambisco

Il tuo tocco soffice e delicato

Sul mio corpo che trema e si contorce

Al solo pensiero del tuo contatto.

Voglio

Prendere forma mentre mi modelli

Con la forza tenera dei tuoi polpastrelli

E divento una realtà nella tua vita.

Desidero

Morderti le labbra con ingordigia

Succo goloso da assaporare caldo

fino allo sfinimento congiunto e oltre.

Aspiro

A diventare argilla nelle tue mani

Pensiero profondo del tuo cervello

Anelo ardente di ogni tuo senso...

           Ibone (14 aprile’15)

Berlino (Germania)- agosto'19

Dettagli

Adoro curare i dettagli e resto succube di coloro che badano ai piccoli dettagli della vita. Farlo implica che sei importante in diversa misura per quella persona, che sta attenta quando ti esprimi,  che ti ascolta e raccoglie dentro di sé l’informazione che proporzioni, spesso inconsapevolmente, per sorprenderti facendoti sentire speciale, unica in dei momenti inaspettati.

Non è necessario fare dei grandi gesti o di continuo. Basta un piccolo pensiero. Un messaggio di buongiorno la mattina, un bigliettino augurandoti buona giornata, una rosa ricercata tra gli emoticon del WhatsApp, la tua canzone preferita, una carezza, uno sguardo dolce di complicità solo per te in mezzo alla gente... Perché dietro ad ognuna di queste cose si nasconde un “Ehi, ciao, stavo pensando a te!”, “Salve, la tua persona mi importa”, “Voglio solo farti sorridere e so che stai sorridendo”.

E non significa affatto che la cosa sia vincolante.... Non vuol dire che lo si debba fare sempre e comunque e per forza... Tutt’altro! Niente di più soddisfacente di una coccola fatta all’improvviso e senza che te la aspetti. Una vera e propria magia!

Purtroppo, al giorno d’oggi non è facile trovare delle persone così poiché passiamo gran parte della nostra vita concentrati sul nostro ombelico senza riuscire ad alzare la vista per vedere chi abbiamo di fronte, chi ci sta accanto. Eppure, io credo ancora che il bello dei rapporti umani è cercare la felicità di chi ci sta a cuore e che i piccoli dettagli contribuiscono decisamente a farla raggiungere e raggiungerla.

6 ottobre 2015- Ibone Bueno Vicente

Desperté

Desperté con en mi boca
el sabor amargo de tu recuerdo.
Tu recuerdo confuso
que me confundía un poco más cada día.
Y sentí el gusto agridulce de tus sentimientos inciertos
dejándome en los labios una herida
y en mis entrañas un vacío de por vida.
Miel que a veces fuiste,
dulce, intensa, sabrosa, desmedida.
A menudo hiel cuyo sabor tanto amargaba
e impregnaba de disgusto mis pupilas gustativas.
Sin sabor, mil sinsabores
en un menú que no llegué a acabar nunca contigo
que comías, no comías...
Hasta hacer que se quedara frío el plato de mi paciencia no infinita.
Desperté recordando hoy tus besos;
o mis besos ya que los tuyos tenían siempre prisa.
Se desvanecían.
Y todo un mundo de sabores deseables que en ocasiones prometías
a la vez que alimentabas con tus silencios egocéntricos
mi decepción,
mi tedio,
mi escepticismo.
Mi inapetencia.
Y mis ganas de compartir plato contigo
se esfumaban junto al hambre que de ti tenía.
Me cansé de ser segundo plato,
de conformarme con las migas de tu tiempo.
De tu apetito volitivo y caprichoso.
Desperté con tu sabor...
Echándote de menos
hasta que enjuagué mi boca
y el espejo del baño reflejó mi sonrisa.

IBONE
Alcochete (Portugal) -3 gennaio'20

Cabo Espichel, Sesimbra (Portugal) - Janeiro 2020

Anche gli arancini sono un gesto d'amore

Cosa non si fa per amore? Be', io faccio tutto quel che faccio per amore; altrimenti, la vita per me perderebbe senso. A-MO-RE. A volte con la maiuscola, altre in corsivo, in grassetto... Fa niente! Sempre e comunque amore.

Passare tutto il giorno in cucina, dopo tanti mesi evitandolo perché lo sfinimento mentale a cui sono arrivata negli ultimi tempi faceva sicché il solo pensiero di doverlo fare, mi provocasse un grande esaurimento. Eppure, stare delle ore a cucinare quintali di ragù, besciamella, crema pasticcera e cose varie per preparare gli arancini e le crocchette che adorano i miei grandi amori. Con l'unico scopo di contemplarle mentre li divorano di gusto. E credetemi, cucinare impasti con prodotti senza glutine non è mica facile... Si rischia spesso lo stress e il disastro culinario!!

L'amore è presente in ogni attimo e in ogni atomo della mia esistenza. Non so farne a meno. Non voglio rinunciarvi.

E mi fanno pena coloro che vanno in giro a sbandierare indifferenza o alterigia in questione di sentimenti, come se l'amore li rendesse deboli, vulnerabili. Quando, invece, niente proporziona più energia, più benessere!

Adesso mi aspetta il secondo round: riempire, dare forma, passare dal pangrattato senza che si rompano... Ma chi se ne frega! I miei amori se lo meritano! Ed io mi merito godermi l'amore!

💙❤

Ibone-30 dicembre'17

Arancini siciliani

¿Qué hiciste?

Dime, si puedes,

qué hiciste del amor tan inmenso con que te envolví.

¿Qué hiciste de los besos que nos dábamos?

Y de todos los abrazos infinitos en los que perdíamos

la noción del tiempo,

del mundo,

del espacio...

De nuestros cuerpos perfectamente entrelazados.

Del calor que desprendía nuestro deseo.

De la dulzura que en ocasiones te delataba.

¿Qué hiciste con las caricias de tu rostro?

Aquéllas que grabé con las yemas de mis dedos.

Con las huellas de las palmas de mis manos

en tus manos.

Dónde acabaron las miradas enamoradas

y las risas convulsivas

que nos llenaban de alegría

en momentos inesperados.

¡Cuánto las extraño!

Dónde están las palabras,

las promesas,

los proyectos,

las sonrisas,

el reflejo de mis pupilas en las tuyas.

Tu mirada penetrante

hambrienta de mis ojos.

Y el terciopelo de tu piel

que con avidez acariciaba.

¿Dónde?
Dímelo si es que puedes...

¿Qué hiciste que tan pronto te olvidaste

de mí, del amor que me juraste?

De un tiempo junto a mí ya tan distante.

5 gennaio ’20 Ibone

Villa Bellini, Catania- luglio'19