Nunca he pensado que tiempos pasados fueran mejores. Más bien, todo lo contrario. Y tampoco he deseado volver a algún momento ya vivido. Soy lo que soy por cómo he sido, por lo que he vivido y por el modo en que lo he afrontado, erróneo o correcto. Y estoy contenta conmigo misma en un porcentaje bastante elevado. Sigo luchando duro por limar los aspectos de mí que no me gustan y eso lo haré siempre ya que tengo tendencia natural al cambio cuando las cosas no me convencen.
Si bien, a veces, me gustaría tener la ocasión de revivir el final de mi infancia, los últimos años de vida de mi madre y sobre todo, mi adolescencia. Más que revivir, me conformaría con "cogerme por banda" durante una semanita. Evidentemente con la experiencia que he acumulado hasta ahora. Me presentaría allí un día para decirme a mí misma hasta convencerme:
Ten esto presente para el resto de tu vida: sé más egoísta, sé egocéntrica e intransigente. Dosifica la tolerancia. Piensa en ti caiga quien caiga porque lo que le pueda pasar a la gente cuando pienses en ti misma, son sólo "efectos colaterales". Nadie vale la pena, sólo tú. Eso van a hacer contigo en cuanto tengan ocasión. ¡Adelántate siempre!
Controla la empatía y finge que los demás te importan (fíjate en ellos para aprender cómo hacerlo. Eres inteligente y aprendes enseguida).
Goza al máximo de cada momento, coge lo que quieras dando lo mínimo de ti misma, repartiendo migajas de atención y de afecto sin perderte tú de vista.
Aprende a amar con la cabeza (si por fuerza necesitas hacerlo aunque serás más feliz amándote sólo a ti misma) y dile a tu corazón que se limite a su función vital que no es otra que latir para que tú puedas vivir tu vida. Sin inmiscuirse en tus sentimientos que no son asunto suyo.
Aprovéchate de cada circunstancia sin escrúpulos ni cargos de conciencia. Sé feliz en ti misma amputando todo aquello, a todo aquél que suponga una distracción hacia tu persona o que suponga una amenaza para tu dicha. Haz de ti el centro y el resto.... satélites que giran, que van y vienen pero sin permitirles que se queden más de equis días. No te pares nunca a esperar a nadie. Nadie va a quedarse a esperarte a ti. No concedas demasiado, sólo lo imprescindible. No justifiques comportamientos dañinos. Cada palo que aguante su vela. Y no te justifiques en ningún momento. Quien no te acepte como eres, que se busque alternativas en otro lado. No permitas que te engullan con su veleidad, su grisura, su apatía, su desidia, su inseguridad, sus celos, sus intentos de controlarte, sus fobias, sus neurosis, su falta de fantasía... Encontrarás a muchos así. No permitas que tiren de ti hacia abajo. Ponles los pies encima y, si quieren hundirse, que lo hagan ellos solos. Tú haz lo que sea para mantenerte siempre a flote. Entre ellos o tú, elígete siempre a ti misma.
No te creas sus palabras: están vacías y llenas de hipocresía. Te harán daño en cuanto puedan. No tengas piedad de ellos. No se la merecen.
Miente como te van a mentir a ti constantemente. Miente como si dijeses la verdad. Miente cuando finjas que amas. Como dice la canción "Cerca di essere un tenero amante ma fuori dal letto nessuna pietà". Miente cuando quieran oprimirte e imponerte su monotonía. Sus mentiras justifican las tuyas. Y si no mientes, evita decir la verdad a quien no va a saber agradecértela porque no ve más allá de su mísera existencia.
No esperes a tener 51 años, como has hecho, para descubrir que el romanticismo es una solemne tontería y que el amor cuando duele, no es amor. Y que, cuando no te saben dar ese amor que te hace feliz, no vale la pena. ¡Tú vales la pena! Haz de ti tu prioridad absoluta.
Me gustaría poder suplantarme con 12 años y lavarme el cerebro con estas ideas.
Sin embargo, conociendo como conozco mi naturaleza y mi forma de ser, de pensar y de sentir, conociéndome como me conozco a mí misma, cualquier consejo, palabra, recomendación o ruego... no serviría de nada. Porque soy como soy y no soy capaz de ser, sentir, vivir la vida de otra manera. No sé amar ni vivir ni sentir de otro modo y tampoco me interesa. Y a pesar del dolor que me provoquen, seguiré amando dándome entera y sin medida, sin pensar en las consecuencias. Aunque admito que muchas veces me gustaría cambiar la historia...
16 junio 2018
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