Quédate

Quédate con quien te atraviese la razón con la sinrazón de sus palabras, la contundencia de sus gestos. Con quien te acaricie el alma con el roce sutil de su sonrisa donándote paz, serenidad, dicha.

Quédate con aquél cuya mirada sea luz que te ilumina en días grises de lluvia intensa. Cuando las nubes perforan el optimismo y con tan sólo su mirada, las disipa y aniquila alejando los truenos de la tormenta.

Quédate con quien hace que tu corazón salte de gozo, alborotado, con el simple tacto enérgico mas etéreo de sus dedos de satén. Con quien sepa llevarte de la mano por un sube y baja de emociones que te hagan sentir viva a cada instante.

Quédate con quien decida escucharte atentamente, convirtiendo tus palabras en un tesoro, tus dudas en seguridad y tus "te quieros" en la banda sonora de su vida, eco de retorno en su garganta. "Te quiero", sin condiciones, sin requiebros, sin dictaduras.

Quédate con quien te haga reír a carcajadas, con aquél que se divierta contigo y junto a ti más allá de los recodos sombríos del día a día, transformando la normalidad de lo cotidiano en un mundo de asombrosas aventuras. 

Quédate con quien aprecie tus virtudes, con quien a pesar de tus defectos e incluso gracias a éstos te colme de epítetos enamorados y se ruborice cada vez que le dices "te amo".

Quédate con quien no vende su amor ni lo escatima sino que lo derrocha cada segundo que pasa contigo sin importarle nada ni nadie ni fuera ni alrededor. Con aquél que ambicione estar contigo con el fin de hacer galopar tu corazón al compás de sus propios latidos.

Quédate con quien las barreras las pone sólo para evitar que puedas caer en el precipicio. Con quien alza muros de contención de llantos y tristezas para mitigar dolores y sujetar tus penas. 

Quédate con quien te hace sentir en casa cuando estás en su regazo. Con aquél que aprieta fuerte tu mano cuando camina a tu lado como con miedo a que puedas desaparecer dentro de un sueño por él soñado. 

Con aquèl que con sus besos llena tus pulmones de aire y con su toque te traslada al séptimo cielo. Porque es él y no es ningún otro. Tu único sendero.

Quédate con quien te gustaría exhalar tu último respiro y hasta entonces seguir ambos suspirando, rozando, besando, gozando, mirando, siendo, sintiendo, compartiendo, admirando, aprendiendo: ¡viviendo!

¡Quédate con él! Si también él elige quedarse contigo...

13 giugno'18