Me gustan los abrazos
intensos
de esos que te penetran en el alma
fumigándola hasta dejarla
impecable, inmaculada,
de nuevo lista para abrazar
y ser abrazada.
¡Tu abrazo!
Me gustan los besos
intensos
cuando los labios inquietos
forman un nudo imaginario,
imposible de desenmarañar.
Y sólo, tal vez, con otro beso
se podrían separar.
¡Ni eso!
Me gustan las miradas
intensas
que te desnudan la voluntad
y te dejan el corazón en cueros
porque ahondan más allá
hasta alojarse en tus sueños.
¡Tu mirada!
Me gusta el sabor
intenso
de un cuerpo obsequioso
degustado lentamente
hasta su total extenuación.
¡Saboréame sin cautela!
Me gusta el placer
intenso,
ese que se te agarra
a las entrañas
y te arranca gemidos
inmensos
imposibles de acallar.
¡Quiero oírte gritar!
Me gustan las personas
intensas
que se apasionan más allá
de los límites y las barreras.
Y revientan moldes
y ponen del revés los esquemas
en aras de la pasión
sin temor a perder trozos de piel
en la empresa.
¡Me recompongo!
Me gustan los amores
intensos
aunque sólo duren un rato.
Los que te dejan en la médula
un regusto de eternidad
y en la boca una sonrisa
al recordarlos.
¡Tú!
Porta Garibaldi (Milano)
Febbraio '20
Nessun commento:
Posta un commento
Commenti / Comentarios