Decisiones

Decisiones
Esta mañana, durante el desayuno, uno de los huéspedes me preguntó qué valía más la pena visitar si Aveiro o Braga.
Yo lo miré sorprendida porque son cosas completamente distintas. Le hablé de las dos y de lo que podía ver yendo a cada una de ellas. Al final, viendo su indecisión, le aconsejé Aveiro más que nada por una cuestión de cercanía. Lo tenemos prácticamente al lado. Y Braga está bastante más arriba. Si me hubiera preguntado lo mismo en Viana do Castelo, le habría aconsejado Braga sin duda.
Este episodio me ha hecho reflexionar sobre  dos cosas.
La primera que debería plantearme seriamente realizar una guía práctica de Portugal....
Por otro lado, me he dado cuenta de que nuestra vida está llena de elecciones en las que a menudo tomamos una decisión sin saber qué vamos a encontrar en cada una de ellas. Es decir, sin indagar antes sobre lo que ofrece una u otra.
Tendemos a complicarnos la vida escogiendo la opción que más lejos nos pilla cuando tenemos otra igual de interesante mucho más cerca.
Evidentemente hablo por mí, como hago siempre. También hay quien se deja llevar por la apatía y no escoge ninguna y se queda en casa a ver cómo pasa la vida sin vivirla. No es mi caso.
Otras veces, nos empeñamos en ponernos límites cuando quizás, con un poco de organización, no tendríamos que renunciar a nada.
Al final, los huéspedes en cuestión se decantaron por Oporto...  Y es que, a veces, las posibilidades son muchas más de las que nos obcecamos en delimitar. Todo tiene su lado positivo si conseguimos abrir los ojos y los sentidos. Y si aprendemos a descartar las opciones que van a aportar sólo confusión y desajustes a nuestra vida.
Sigo pensando que lo más maravilloso de la vida es el abanico de posibilidades que ofrece. Somos nosotros quienes tenemos una visión limitada perdiendo de este modo oportunidades únicas.
Praia de Espinho 19 abril 2019