Ayer hablaba con una amiga (😉) del daño que pueden hacer las redes sociales cuando decides buscar "indicios" para rayarte (lo cual se nos da de maravilla de un tiempo a esta parte...).
Comentamos incluso la posibilidad y conveniencia de prescindir de ellas, al menos temporalmente. La cuestión es que actualmente es difícil vivir social e incluso laboralmente sin Whatsapp, que era uno de mis "acusados". Es el medio que me tiene en contacto principalmente con mis hijas y con mi padre. Y por supuesto con mis amigos. Sin él sería como volver a la Edad Media.
Yo siempre he sido una defensora a ultranza de todo lo que implique tecnología, globalización, intercambio de ideas, difusión sin fronteras. En resumen, de las redes sociales y de las aplicaciones que tienen que ver con la comunicación. Y lo sigo manteniendo.
El problema radica en el uso que hacemos de ellas y que, en determinados momentos o con estados de ánimo particulares, ayudan a dar rienda suelta a nuestras paranoias.
La solución no es aislarse, enclaustrarse, sino aprender a mantener a raya la tendencia a la "autodestrucción" cuando una anda de capa caída o especialmente vulnerable. Como siempre y como en todo, los pros y los contras están en el uso que se hace de las cosas.
Por el momento, aquí sigo... dando guerra.
28 marzo'19
La scrittura come cura, come terapia contro la tristezza e altri dolori dell'anima ma anche come gioco, divertimento, PASSIONE!
Advertencia
Todo lo que publico en este blog es material original libremente creado por mi mente. La idea es la de reunir textos que he escrito en el pasado alternándolos con textos que produzco en la actualidad.
Ninguna pretensión literaria. Todo lo que escribo nace de mi imaginación, de mis sentimientos, de mis vivencias. ¡Es exclusivamente mío!
Yo no escribo lo que pienso, yo escribo lo que siento. Si a alguien lo incomoda de alguna manera, no tiene por qué leer.
sabato 30 marzo 2019
Rayaduras
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