Advertencia

Todo lo que publico en este blog es material original libremente creado por mi mente. La idea es la de reunir textos que he escrito en el pasado alternándolos con textos que produzco en la actualidad.
Ninguna pretensión literaria. Todo lo que escribo nace de mi imaginación, de mis sentimientos, de mis vivencias. ¡Es exclusivamente mío!
Yo no escribo lo que pienso, yo escribo lo que siento. Si a alguien lo incomoda de alguna manera, no tiene por qué leer.

sabato 30 marzo 2019

Rayaduras

Ayer hablaba con una amiga (😉) del daño que pueden hacer las redes sociales cuando decides buscar "indicios" para rayarte (lo cual se nos da de maravilla de un tiempo a esta parte...).
Comentamos incluso la posibilidad y conveniencia de prescindir de ellas, al menos temporalmente. La cuestión es que actualmente es difícil vivir social e incluso laboralmente sin Whatsapp, que era uno de mis "acusados". Es el medio que me tiene en contacto principalmente con mis hijas y con mi padre. Y por supuesto con mis amigos. Sin él sería como volver a la Edad Media.
Yo siempre he sido una defensora a ultranza de todo lo que implique tecnología, globalización, intercambio de ideas, difusión sin fronteras. En resumen, de las redes sociales y de las aplicaciones que tienen que ver con la comunicación. Y lo sigo manteniendo.
El problema radica en el uso que hacemos de ellas y que, en determinados momentos o con estados de ánimo particulares, ayudan a dar rienda suelta a nuestras paranoias.
La solución no es aislarse, enclaustrarse, sino aprender a mantener a raya la tendencia a la "autodestrucción" cuando una anda de capa caída o especialmente vulnerable. Como siempre y como en todo, los pros y los contras están en el uso que se hace de las cosas.
Por el momento, aquí sigo... dando guerra.
28 marzo'19

martedì 26 marzo 2019

La caja de quesitos

Por mi naturaleza bastante anárquica y rebelde, huyo de comentarios banales y privos de imaginación. No me gustan los tópicos ni las frases hechas. Evito emitirlos y escapo de quienes parecen vivir inmersos en ellos hasta el cuello .
Siempre he pensado que si no se tiene algo original que decir, es preferible permanecer callados. No es obligatorio emitir un jucio, una opinión, un consejo, sobre todo no pedidos. En definitiva, una perogrullada.
A mí en particular, me ponen de mal humor las frases hechas cuando se usan como cataplasmas para aliviar dolores  del alma (ajena): "¡Estás mejor sola!", "¡No sabe lo que se pierde!", "Ya encontrarás a alguien", " Tú vales mucho. No necesitas a nadie"...
Comprendo que la gente que te quiere a veces trata de animarte con "frases copia y pega" pero quien me conoce realmente, sabe que no van conmigo. Es preferible no decirme nada. Sobre todo porque, por mi forma de ser, nunca he estado mejor sola ya que disfruto más de la vida compartiendo momentos, viajes, conversaciones, juegos, etc. con la persona que me gusta, que me importa. Sola la perspectiva es siempre mucho más limitada, aburrida, triste, insípida y simplona.
Por otro lado, estoy convencida de que saben exactamente lo que se pierden. ¡No me cabe la menor duda!
No sé si encontraré o no a alguien pero ni siquiera me lo planteo porque soy una que vive en presente y no en futuro y el presente es éste y es lo único que realmente existe.
Y por supuesto, soy consciente de lo que valgo ya que mi valía depende sólo de mí y no de tener a alguien a mi lado. Son cosas distintas e independientes. Y en ningún caso, vinculantes.
Cada vez con mayor convicción me da por comparar la vida, al menos la mía pues no soy tan pretenciosa como para dar lecciones a nadie, con una caja de quesitos:
Yo soy el quesito más grande, el principal, el que le da significado y nombre. Claro que no soy el único quesito de la caja.
Están los quesitos Iris y Erika, sabrosos y adorables. ¡Nunca me canso de ellos!
El quesito Julio es también muy importante y desearía que no tuviera fecha de caducidad.
El quesito tiempo libre me satisface bastante sin saciarme. ¡Me encanta mordisquearlo!
Hay quesitos amigos que son pocos pero completan en gran medida la caja. En los últimos tiempos he aprendido a seleccionarlos y saborearlos con mayor intensidad.
Está el quesito trabajo que generalmente me deja muy buen sabor de boca. Así como el quesito aprender portugués con el que se me hace la boca agua. 
Sin embargo, en este momento, a mi caja de quesitos le falta una porción e, independientemente de lo mucho que disfrute del resto de los quesitos, cuando agito la caja, todo el contenido baila porque queda un espacio vacío.
Es evidente que no me sirve cualquiera para rellenar el hueco del quesito que no tengo. Hace tiempo me conformaba con quesitos de cualquier calidad, incluso caducados o en mal estado. Pero eso pasó como la época en la que parecía que el quesito Ibone era el menos consistente de todos cuando, en realidad, sin él, no existiría ni tan siquiera la caja. Por suerte, todo esto forma parte del pasado. 
Hay quien se vanagloria de sentirse repleto con sólo el quesito "YO". A mí no me basta. Yo necesito llenar mi caja con todos los quesitos que forman parte de ella porque sólo así la vida alcanza para mí todo su sabor.
Y por ese motivo, mientras no encuentre el quesito que encaja en mi caja y en cuya caja encaje yo, no creo que pueda conseguir tener la sensación de totalidad y de plenitud que anhelo. 
26 marzo'19


lunedì 25 marzo 2019

Siempre

Lo miró. Prisionera de la impotencia. Con la desesperación que produce no comprender el porqué.
Lo miró. Sus labios perdieron el miedo.
"¿Puedes hacerme un favor?"
"¿Cuál?"
"Dile al Dr. Jekyll que lo quiero incluso cuando es Mr. Hyde".

26/7/2017 (rifatto posteriormente).

giovedì 21 marzo 2019

Besos, tus besos

Un beso es un viaje al mundo de los sentidos,
a un lugar del alma donde ningún otro medio
es capaz de llegar.
El beso te envuelve como se envuelve un regalo,
transportándote a lejanas galaxias,
a cálidas playas que te colman de calidez.
A idílicos paisajes llenos de placidez
o a montañas rusas de sensaciones
que recorren tu espina dorsal haciéndote enloquecer.
Es el preludio, el camino, la meta, el premio
que siempre aspiro a ganar.
Es ese sueño mío que, a veces, conviertes en realidad.
Me gusta besar, besarte, con los ojos cerrados 
para poder concentrarme en el dulce sabor de tus labios mórbidos,
carnosos, delicados, por mí tanto deseados.
En la fusión sabrosa, casi orgásmica y placentera de nuestras lenguas,
en la sensualidad de  la danza  con que se contonean,
se buscan, se enredan, se entrelazan, se saborean.
Me gusta abrir los ojos y ver tus pupilas traslúcidas
concentradas sobre mí.
Observándome.
Pasar mis dedos entre tu pelo mientras tus brazos se aferran a mí
con la fuerza de tu abrazo.
Adivinar tu sonrisa nerviosa bajo la unión de nuestras bocas:
la tuya me vuelve loca,
no es ningún secreto para ti.
Y sueño tus besos.
Y ansío tu boca.
Y me ensombrezco cuando pienso que puede que no suceda ya más.
Castigo cruel no poder besarte.
Y que tú no me quieras besar.
21 marzo 2019

Espinho (Portugal) agosto 2018

ÉL

"Y le contaba historias de tiempos lejanos, para muchos olvidados pero no para él.
Historias de azañas de hombres normales envueltos en el humo negro que salía de la máquina de un tren. De fríos inviernos, de articulaciones heladas, de apuestas, de compañerismo, de estraperlo, de tantas batallas libradas.

A veces eran graciosas y otras amargas, envueltas todas ellas en esa dialéctica que sin saberlo tan bien controlaba. Hechizaba.
La envolvía con sus palabras y con ese modo increíblemente atractivo con el que las utilizaba seduciendo a todos los que lo escuchaban. Maestro de la caballerosidad y de la elegancia en cualquier circunstancia.
Se hizo a sí mismo a golpe de constancia, cabezonería y fuerza de voluntad. Bregando continuamente pero sin perder jamás su sonrisa, ésa que se escapaba de sus ojos y que la acunaba de pequeña dándole serenidad. Su risa escandalosa y casi infantil, su optimismo vital, sus inmensas ganas de VIVIR. Y ella lo observaba, lo admiraba, aprendía.
Él con su piel arrugada por los años vividos desprendía siempre juventud y ganas.
Le enseñó el valor de no darse nunca por vencido cuando algo vale la pena. Cuando se anhela. Le enseñó el poder inconmesurable de la fuerza interior, de creer en uno mismo y en los propios recursos. La inteligencia, la maña, la pasión, la ilusión, el afán de superación. La humildad.
Ella creció adorándolo , idolatrándolo, aprendiendo con y de él. Confiando.
Cerró los ojos. Y deseó con todo su corazón poder seguir escuchando sus historias por mucho más tiempo todavía. Su voz peculiar. Su alegría. Su entusiasmo.
Aquel hombre pequeñito y sin embargo, el más grande: el único. Por siempre y para siempre el hombre de su vida."
19 marzo 2019 (A ti que me has dado tanto)
Gracias a Cari Gonzalez por su grabado y por "desafiarme" a escribir un pequeño relato inspirándome en él. Quién sabe por qué ese grabado lo he asociado al hombre de mi vida, mi padre. 



martedì 19 marzo 2019

Siento

Siento.
No sé lo que siento. 
¿Qué siento? ¿Siento algo por ti?
Me gustaría sentirte más de lo que te siento. Sentirme dentro de ti.
Sentirnos dentro por el mero placer de sentir.
Siento que sientes sin saber el qué.
Y siento sentir sin saber si me sientes, si sientes así.
Déjame que te sienta.
Siénteme como yo deseo sentirte a ti.
Me siento confusa. ¡Lo siento!
Me sentiría mejor si estuvieras aquí.
19 marzo 2019

venerdì 15 marzo 2019

Se cambia

Por amor no se cambia. Se cambia por desamor.
Cuando te falta el aire que respirabas de sus pulmones.
Cuando decides que ya no sientes pero sientes que sin su latido no late tu corazón.
Se cambia para sobrevivir, para no sucumbir ante su ausencia oscura que devora tu alegría.
Intentas arrancártelo de las entrañas aun sabiendo que tu sonrisa ya nunca será la misma.
Recubres tu corazón con placas de hielo por temor a que lo penetre una lama afilada. ¡Demasiado frío! ¿Resistirá?
Y se cambia... por tristeza, por dolor, por desengaño, por desilusión... Porque de lo contrario, la sangre no volverá a fluir por tus venas y la vida se escapará de tu cuerpo dejándolo inánime.
¿Para qué sirve un corazón de piedra?

4 dic'18/25 febbraio'19

                              
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giovedì 7 marzo 2019

Palabras

Algunas veces escuchas una palabra y se instala definitivamente en tu cerebro evocando un lugar, un tiempo, un alguien, un día ("palmilha"...). 
Tienes la certeza de que nunca se te va a olvidar aunque no necesites utilizarla durante el resto de tu vida. Sólo mentalmente la repasas de vez en cuando sin saber realmente el porqué. Sencillamente deseas recordarla. Forma parte de ti sin ser tuya. Puede que incluso sea una palabra "inútil" en tu vida cotidiana y, sin embargo, siempre está ahí. No consigues evitarla. 
Puede que no puedas recordar otras que sí te hacen falta en un contexto determinado para organizar el discurso de tu vida; pero esa palabra que llegó a ti en un momento concreto, en ocasiones por azar o juego, no se separa de ti. ¡Es tuya!
Tú para mí eres esa palabra grabada en lo más profundo de mi cerebro. Por mucho tiempo que pase, siempre vas a estar ahí. Eres cada letra, cada sílaba y ningún otro vocablo puede hacer que me olvide de ti y mucho menos que te sobrescriba encima.
Formas parte de la frase más intensa que escuché nunca. La que no decidí pronunciar pero que se fijó con tesón en mi mente. Eres la oración que me gustaría crear cada día, a la cual añadir complementos, frases de relativo, concesivas, temporales, causativas... Y así hasta llegar a escribir un libro entero: páginas llenas de ti, mi palabra preferida.
Eres la sucesión de sílabas que repito en mi cerebro, con ahínco, con el afán de producirlas perfectamente incluso inconscientemente. Cada letra que te compone, cada monema, cada lexema,  cada morfema, cada acento, cada coma, cada punto y seguido, cada línea...
Mi diccionario completo y ese verso que me gustaría reescribir algún día.
Évora-1 março 2019 (7 marzo)