Vivimos en una sociedad donde todos lo saben todo de todos sin la menor idea de lo que pasa en sus vidas; en el sentido de que sabemos exactamente qué es lo que los demás necesitan, lo que les conviene o no. Dato curioso ya que, a menudo, no sabemos lo que necesitamos nosotros mismos pero no tenemos ningún reparo en dar pautas de conducta a los demás. Con decisión, con firmeza casi militar. "Lo que tienes que hacer es...", "Tú lo que necesitas es...", "No le des importancia a...", "¡Vive la vida!"....
No solemos saber lo que queremos. Sin embargo, no nos cabe ninguna duda de lo que quiere la persona que tengo delante. De esta manera, vamos por la vida aconsejando, juzgando, delimitando, sentenciando a los demás sin la capacidad de gestionar de manera asertiva nuestra propia vida, con frecuencia vacía, banal, fútil, anodina. Lo importante es saber en todo momento qué tiene que hacer el otro, cómo debe vivir su vida, cuáles tienen que ser sus pensamientos, cómo debe ocupar su tiempo, cuáles han de ser sus prioridades en la vida, qué cosas no valen la pena.
Quizás porque vemos a los otros como si se tratase de espejos que reflejan nuestras faltas, nuestras frustraciones, la vacuidad a veces de nuestra propia existencia. Y ante la falta de un par de.... "razones" para cambiar algo en nosotros mismos (tarea ardua, sin lugar a dudas), pretendemos proyectar nuestra impotencia en los demás.
Nos desbordamos con frases absurdas de autoayuda. Tenemos siempre el aforismo oportuno, la solución a los problemas ajenos, el consejo útil y definitivo. Utilizamos tanto y tan mal el lenguaje, que las palabras se han vaciado de significante y de significado y son sólo palabras huecas, sin vida. A menudo sin sintaxis ni un mínimo de buena ortografía.
"Pensamos" a golpe de tópicos, imitando lo que otros han vomitado en un día de inspiración pero sin la voluntad real de llevar a la práctica todas las frases que tanto nos gustan y que tan alegremente compartimos en las redes sociales. Se habla por hablar con automatismos improductivos.
Teoría....
Hay un refrán que define bastante bien la sociedad actual: "Haz lo que yo digo pero no hagas lo que yo hago". Yo añado: "Haz con tu vida lo que te dé la realísima gana y déjame que haga con la mía lo que me apetezca que ya te pediré consejo si lo considero necesario".
;)
IBONE-5 diciembre de 2018
Milano - febbraio'20
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