En el árbol de los "pero" crecen incertidumbres y la felicidad, a menudo, deja paso a la apatía, a la inactividad.
Momentos de intimidad se rasgan entre lamentos inseguros por lo que podría acaecer un día. Miedo.
En el árbol de los "quizás" mueren las ganas y se forman quistes de soledad no esquiva.
Instantes de ilusión que dan pie a expectativas aniquiladas a golpes de indecisión que fragmentan la voluntad. Confusión.
En el árbol de los "no" se despedazan proyectos como olas que mueren contra las rocas de un acantilado escarpado.
Y me pierdo en miradas, caricias, besos, abrazos infinitos de los que no sé/no quiero escapar. Atrapada. Agotada. Pasión.
En el árbol de los "si", conjunción que no adverbio, se ahorcan los sentimientos en un suicidio colectivo, en ocasiones programado. Evitable tal vez. En todo caso, inevitado.
Y de los despojos que los carroñeros dejan, resurgen partículas de entusiasmo. Reiniciando. Reconfigurando. Resurrección.
Nessun commento:
Posta un commento
Commenti / Comentarios