La scrittura come cura, come terapia contro la tristezza e altri dolori dell'anima ma anche come gioco, divertimento, PASSIONE!
Advertencia
mercoledì 28 marzo 2018
Il Pieno dentro
lunedì 26 marzo 2018
Historia de un tatuaje
Crónica de algo muy meditado (que a pesar de tener fama de loca impulsiva, rara vez tomo decisiones importantes sin una profunda reflexión):
Cafetería EOI, un mièrcoles cualquiera (el 7 de febrero para ser precisos).
- "Hazme una R mayúscula en este folio".
- "¿Una R? ¿Para qué?"
- " ¡Tú hazla y calla, anda!"
- "Es que nunca me quedan igual..."
- "Pues escribe varias. ¡Venga! ¡Es sólo una R! 😂"
Desconfía pues cree que pretendo analizarlo grafológicamente (para eso pido una g..... 😀!).
Iris está con nosotros y se pone ella también a hacer erres.
- "Ahora, elige una. Si tuvieras que quedarte con una, ¿con cuál sería? ¿Cuál te representa mejor?"
Sigue desconfiando per al final, se decide por la del medio.
- "¡Èsta! ¿Y ahora?"
- " Ahora nada".
Guardo el folio.
Igual al 100% no ha podido ser porque no salió bien en la impresión pero el 90% es la original. Cambian sólo 2 rabitos de nada.
Porque una letra puede tatuársela cualquiera. La tuya, no (al menos espero....).
Fin.
(A mi gran amor porque pase lo que pase, sea como sea y como quiera que vayan las cosas, es y será mi gran amor, el único con quien me hubiera gustado pasar el resto de mi vida o, al menos, intentarlo. T.Q., R. Sin más...).
25 marzo 2018
Cosas sobrevaloradas
La mayoría de las personas que van por ahí reivindicando lo maravilloso que es estar solos tiende a dar vueltas sobre su propio ombligo sin intentar siquiera levantar la mirada para ver más allá, en su estupenda zona de confort.
Yo respeto la elección de cada cual siempre y cuando no pretendan imponerme sus criterios y sus puntos de vista. Los del club de "mejor solos" suelen incluirse en esa tendencia.
Soledad como sinónimo de exclusión social, rayando el borderío (compartido con la sección sinceridad del punto 2...).
Quizás soy realmente extraña pero si algo he tenido claro en la vida y cada vez con mayor nitidez, es que no me da la gana ni tengo que renunciar a nada. Hay momentos en los que me gusta estar conmigo misma sin nadie alrededor; pero hay circunstanias, que pudiendo realizar y vivir sola, pierden un porcentaje enorme de placer y valor si no las comparto con alguien. Es inútil que intenten convencerme de lo contrario: viajar, tomarme algo en un bar, salir a bailar, cocinar... Es obvio que puedo hacerlo sola pero pierde gran parte de su encanto (para mí prácticamente todo el atractivo). Necesito un intercambio de ideas y de sensaciones constante para crecer como persona y disfrutar del momento.
Si pregunto a mis hijas si esa camiseta me pega con esa falda, me espero una respuesta sincera. Yo decido de todos modos si me lo dejo o me cambio. Pero si sencillamente cuento un episodio de mi vida, espero como mucho un consejo HONESTO (en ocasiones ni eso porque no siempre contamos algo para que la magnificencia del que escucha nos solucione la vida). Si me piden mi opinión sobre algo, intento ser sincera pero amable. No comulgo con la filosofía del "yo yo yo yo". A veces basta con escuchar, sin más.
En uno de los cursos de comunicación y autoestima que realicé en la Pontificia hace años (el mejor, sin duda, porque me llevó a profundas reflexiones y a plantearme el modo en que actuaba y había actuado con los demás y conmigo misma hasta entonces), la psicóloga que lo impartía nos dijo que el hecho de pretender a toda costa que alguien que está llorando deje de hacerlo, era una reacción completamente egoísta ya que no nos movía el querer que esa persona estuviera mejor (si uno llora, generalmente es porque necesita hacerlo para sacar el dolor, tristeza o rabia que tiene dentro), sino por la angustia que nos produce a nosotros mismos ese llanto. Queremos que pare para sentirnos bien nosotros pues su estado nos crea frustración e impotencia. La pena y el dolor son sentimientos que forman parte de nuestra naturaleza humana. Si no me quieres ver sufrir, no me mires pero no me pongas paños calientes para aliviar tu conciencia.
Para mí, la libertad no es hacer de todo por mi cuenta y sin atarme a nadie sino hacer lo que realmente deseo hacer. Nunca me ha supuesto una merma de libertad compartir mi tiempo, mi vida con alguien con quien he elegido estar.
Me siento prisionera cuando tratan de etiquetarme, encorsetarme en situaciones en las que me siento obligada a permanecer o cuando noto que se me impone algo. Sin embargo, los compromisos adquiridos con plena consciencia y de manera voluntaria no sólo no vulneran mi libertad sino que la refuerzan: lo hago porque así lo he decidido y porque es lo que deseo. Porque me hace feliz y sé que lo decido libremente. Y, por otro lado, son necesarios para mi equilibrio mental.
La libertad está en la cabeza y todo lo demás suele reflejar egoísmo, inseguridad, el miedo a compromisos. Como si eso te hiciera perder una parte de ti mismo en lugar de verlo como la posibilidad para enriquecerte a nivel personal recibiendo y dando de igual manera.
Me entiendas o no me entiendas, respétame como yo te respeto. Y esto no es una petición que te hago sino más bien un límite que te impongo. Nada ni nadie te da derecho a juzgarme.
sabato 24 marzo 2018
Non rimpiango
23 marzo'18
Te quiero
Te quiero cuando amaneces con el pelo revuelto y te deslizas con cuidado intentando no despertarme
Te quiero cuando mi rostro y tu rostro se funden en un contacto tierno
Cuando me acoges en tu regazo y junto mi pecho a tu pecho
Cuando mi boca recorre tu cuerpo y tus brazos me estrechan con ansia
y nos fundimos en besos eternos, hambrientos el uno del otro
Te quiero cuando te abandonas por completo, sin reparos, sin recelos, sin inútiles pensamientos
Cuando el brillo de tus ojos refleja mis ganas y me mezo en tu mirada que me devuelve con creces mis sentimientos
Te quiero con mis risas, con mis escuchas, con mis silencios, con mis locuras
En tu risa, en tus palabras, en tus dudas, en tus neurosis, en tus "Te quiero"
En el roce de tus manos, en la unión perfecta de nuestros cuerpos
Y cuando intento dejar de quererte, me doy cuenta de lo mucho que te quiero
Porque llevo tu amor grabado en mi alma
Porque hay cosas que duran por siempre
Te quiero y es improbable que, pase lo que pase, deje de quererte
Te quiero
. "
Ibone - 21 marzo 2018
lunedì 19 marzo 2018
Tú no me gustas
Me gusta el chocolate con avellanas.
Me gustan las palmeras de chocolate.
Me gusta la cerveza.
Me gusta la bresaola con rucola y parmigiano.
Me gusta bailar, hacer fotos tontas, pasear con los cascos escuchando música.
Me gusta el sol, el calor, el verano.
Me gusta el mar, la anarquía de las vacaciones, visitar otras ciudades.
Me gusta compartir mi tiempo con la gente que quiero, la complicidad.
Sin embargo, tú no me gustas...¡Tú me encantas! ❤
sabato 17 marzo 2018
Emorragia di sentimenti
Ci credetti, mi ci buttai a capofitto... nei suoi occhi, nel suo ventre.
Godetti. Gridai di piacere.
Sentii.
Risi, sorrisi, abbracciai la felicità e mi crogiolai nelle sue promesse.
E lui?
Mi ferì, mi fece del male, sbattè il mio cuore senza un motivo.. Aprì le mie vene con la lama tagliente della sua sofferenza. Scagliandomi contro il suo profondo malessere che non mi apparteneva.
Non ci capivo niente. Soffrii, piansi lacrime amare di incomprensione, impotente.
Eppure...
Continuai ad amare, con passione, con delirio, con assoluta vocazione. Nell'unica maniera in cui sapevo amare... Con dedizione.
Mi derise ancora con delle frasi avvelenate, con il dispetto, con accanimento... Senza un perché, senza una ragionevole ragione. Senza empatia. Con crudeltà.
La ferita si aggrandò e cominciò a fuoriuscirne del sangue a fiotti... Una grondaia di eritrociti scaturiva dai miei sentimenti che a poco a poco perdevano il colore, anemici, sempre più malati, senza guarigione.
Ciò nonostante, continuai ad amare, con dolore, con rabbia, con impotenza, con frustrazione ma con desiderio, con passione. Credendoci ancora ma consapevole che il male genera male, la negligenza uccide l'amore. Senza appena dei globuli rossi...
Cattivo compagno di strada è il rancore...
Ci riflettetti, ci pensai a lungo. Interrogai i miei sentimenti, non mi afferrai più alla mia capacità di sopportazione. Resilienza la chiamano. Io la chiamai delusione: omicidio colposo dell'entusiasmo. "Ergastolo per il criminale!", gridava la mia sete di vendetta.
Ma non me ne vendicai perché lo amavo ancora benché in un'altra maniera... fredda, lontana, protetta.
E l'emorragia cessò... Forse non me ne restava più una goccia di sangue nelle vene...
Il gelo del lungo inverno prese il suo posto, il ghiaccio del suo cuore cauterizzò le mie ferite. La neve coprì il mio corpo congelando la mia sensibilità.
Morii con ogni sua trascuratezza.
Morii...
Restai inerme a terra.
E fu proprio allora che rinacqui dalle ceneri dell'disinganno.
Fredda, scettica.... ma viva!
Ibone - 16 marzo '18