Advertencia

Todo lo que publico en este blog es material original libremente creado por mi mente. La idea es la de reunir textos que he escrito en el pasado alternándolos con textos que produzco en la actualidad.
Ninguna pretensión literaria. Todo lo que escribo nace de mi imaginación, de mis sentimientos, de mis vivencias. ¡Es exclusivamente mío!
Yo no escribo lo que pienso, yo escribo lo que siento. Si a alguien lo incomoda de alguna manera, no tiene por qué leer.

martedì 23 gennaio 2018

¿Recuerdas?

¿Recuerdas?
Días de arena dorada bajo nuestros pies desnudos. Descalzos. Olas que lamen la playa no tan a lo lejos.
Un calor innatural que penetra en nuestros sentimientos.
¨¿Me das la mano?¨ Sin respuesta estrechas la mía contra tu cuerpo dejando tu alma al descubierto.
¿Recuerdas?
Tú hablabas, me decías... Tratabas de hacerme entender.
Yo no entendía.
No te entendía. Dolía no poder hacerlo. Hería.
¿Recuerdas?
Me explicabas. Tus ojos hambrientos de mí devorando los míos.
Palabras pacientes como lamas punzantes.
No entendía.
Ahora entiendo.
Te entiendo. 
Ahora que yo también a veces lo siento:
A pesar de, sin saber cómo.
¿Recuerdas?
Ternura infinita, labios sedientos de labios, de besos: tus besos.
Tanto tiempo perdido.
Me esperabas.
Te esperé.
Nos esperábamos cada uno en su desesperación.
Tanto amor no resuelto.
Pero...
La noche llegó cuando el sol brillaba más intenso.
Lo envolvió en sus tinieblas,
lo destripó con su hielo.
Oscuridad.
Yo no entendía.
Ahora lo entiendo.
¿Recuerdas?
Yo hoy lo recuerdo...
22 gennaio 2018
Salamanca, marzo 2018

sabato 13 gennaio 2018

Mañanita tranquila

Me levanto a las 7 menos cuarto porque me gusta desayunar sola y tranquila, sin agobios. Y sobre todo EN SILENCIO, sólo con Cadena Cien.
Libero a Obi que se ha quedado encerrado en la habitación de Iris, durmiendo con ella. Me voy a la cocina, donde la noche antes  dejo siempre todo preparado para desayunar con calma. Admito que los desayunos a mi modo son lo más de lo más en lo que a felicidad se refiere.
Me dispongo a hacer el café y aparece Obi maullando. ¡Vale, sí, ahora te doy la carne! Procedo. Le cambio el agua.
Vuelvo a la cocina. Por fin me siento delante de mi café con leche de soja y mis magdalenas sin gluten. ¡Podría comparar el placer que me producen mis desayunos al sexo del bueno! Aprovecho para zascandilear por Internet: sola, en silencio... ¡Placer adulto! No por mucho...
Miro el reloj: ¡Vaya! Ya son las 8 menos veinte y no les he preparado ni el bocata ni la leche de Erika. Llamo a Iris, llamo a Erika: "Che ore sono?" " Le 7'45, amore" "Uffa, mami, ti avevo detto di svegliarmi quando ti saresti alzata!" Se coge el cabreo monumental diario por no despertarla cuando me levanto yo (¡lo hago a posta....jejeje!).
Me voy a mi baño. Momento relax. ¿Eing? Entra Iris: "Mami, come sto?" Pues la verdad, ese jersey no le pega ni con cola con los leggins que le compré ayer. Se enfada porque si se pone otra cosa le roza en el pircing del ombligo que se acaba de hacer. Yo también me altero un poco pues el gato, aprovecha para colarse en mi baño ya que la escena procede con la puerta de par en par. "Iris, per favore, esci da qui e portati il gatto!!!" . El gato se mete en la bañera para que no lo coja. Iris por fin lo consigue y yo sigo la escena sentada en la taza del váter: ¡Viva la intimidad!, pienso.
Salgo del baño como mi madre me trajo al mundo para abrir la ventana de mi habitación y luego ducharme.
El gato aprovecha y se cuela en mi habitación. No puedo abrir la ventana porque salta. Se pone a jugar encima de mi cama al "pilla pilla". Yo intento un placaje tipo fútbol americano. Lo pillo por las patas traseras justo cuando está a punto de meterse debajo de la cama. ¡Estoy agotada! ¡Desnuda y agotada! Y con 5 kilos de gato entre los brazos. Abro la ventana, salgo de la habitación, cierro la puerta y suelto el gato donde no pueda volver a colarse en mi bañera.
¡Por fin me puedo duchar tranquila! ¿Eing? Entra Erika: "Mami, Iris non si è presa il caffè...." Me mira esperando una solución al problema. Puerta del baño abierta de par en par y yo muerta de frío con el champú en la cabeza. Obi aprovecha para intentar colarse conmigo en la ducha: ¿¿¿¿¿Pero quién ha dicho que los gatos huyen del agua??????
"Erika, prendi il gatto e vattene subito". Obedece pues mi tono de voz no deja lugar a réplicas. "Ma chiudi la portaaaaa, cavoloooo!"
Salgo de la ducha. No me explico cómo pero ya son las 8'35.
Erika empieza su procesión diaria cada 2 minutos para recordarme la hora que es y que va a llegar tarde por mi culpa.
Me encremo, me pinturreo a la buena de dios, me visto como buenamente puedo y me seco 4 pelos porque Erika me espera en la puerta del baño con abrigo y zapatos puestos y con mis cascos, anillos, pendientes, bolso y teléfono en las manos.
Bueno, tranquilidad, son las 8'50. Llegamos a tiempo.
Cogemos el ascensor y..... ¡tachín tachín! Nos quedamos encerradas sin que dé señales de vida: ¡Se ha muerto con nosotras dentro! Tras varios intentos y haciendo uso de mi fuerza bruta consigo abrirlo a las 8'53 y salimos corriendo hacia los ascensores del otro bloque.
8'55 y estamos aún en nuestra puerta. Comienza la carrera (¡cuesta arriba....!). Los del colegio privado que se cruza en nuestro camino se nos ponen delante ¿a posta? ¡Que parece que la calle es suya! ¿A que me lío a mochilazos?????
Llegamos a la puerta del colegio a las 9 en punto: ¡hemos batido nuestro propio récord!), sin aliento, con los mocos congelados, con el pelo a lo loco, con lágrimas en los ojos porque la resistencia ejercida al viento que venía de frente nos los ha irritado.
Y... ¡Sorpresa! ¡Hoy el timbre toca a las 9 y 4 minutos! 😨🤧🤒😱😬
Me voy a Correos a echar el contrato firmado de mi seguro de vida por si las moscas...

mercoledì 10 gennaio 2018

¿Utopía?

No soy feminista. En realidad, nunca me ha gustado pertenecer a ningún grupo, tendencia o ideología que limite de alguna manera mi pensamiento "entubándolo" y cargándolo de etiquetas. Siempre he huido de la pertenencia a grupos sociales, políticos o religiosos. Por supuesto he abogado y abogo, eso sí, por el igualitarismo y la libertad personal de cada cual, por su "unicidad" e incluso por el individualismo en ciertos contextos. Y si he de elegir una definición de mí misma, soy ecléctica en todo y para todo. No me gusta renunciar a nada a priori.
Es cierto que, en momentos históricos concretos, determinadas tendencias, comportamientos o corrientes de pensamiento han contribuido a cambios en la sociedad, a mejoras. Considero las revoluciones necesarias ya que cada vez más a menudo, desafortunadamente, el diálogo, la tolerancia y las falsas democracias no sólo no aportan cambios positivos para las personas sino que con frecuencia caen en todo lo contrario: discriminaciones positivas, situaciones de evidente injusticia social que fomentan el odio y la intolerancia, por citar algún ejemplo.
Tampoco estoy de acuerdo con todas las afirmaciones expuestas por Simone de Beauvoir aunque algunas de ellas me parecen bastante acertadas.
Sigo firme en la creencia de que todo cambio va avalado por una buena educación ya que es la base; si bien, el escepticismo me obliga a pensar que esto sea una quimera viendo cómo están las cosas en este sentido.
En todo caso, nada puede mejorar si no somos conscientes de nuestra absoluta igualdad, en el sentido de adquisición de derechos, deberes y oportunidades pero sin olvidar que cada individuo es único. No somos ni mejores ni peores, ni superiores ni inferiores: somos distintos. Hagamos de nuestras diferencias puentes de compenetración y fuente de enriquecimiento personal.
Conceptos como la compasión, el victimismo sólo conducen a la injusticia.
Enseñar para la colectividad pero sin perder la propia idiosincrasia. Para la tolerancia pero sin permitir ningún tipo de actitud disruptiva u ofensiva. Para el respeto pero sin caer en el servilismo.
¿Una utopía? ¡Quizás! Pero, a veces, las revoluciones nacen precisamente de las utopías.
Yo, por mi parte, seguiré aportando mi granito de arena intentando educar a mis hijas en esta línea y tratando de ser congruente conmigo misma.

http://www.codigonuevo.com/10-frases-de-simone-de-beauvoir-para-recordar-a/

10 enero 2018

lunedì 8 gennaio 2018

Quiéreme a besos

A veces, no hace falta decir "te quiero" para demostrar todo el amor que se siente por alguien. Sólo algunos pequeños gestos delatadores, incluso involuntarios, inconscientes. Ésos que se escapan violando la barrera del autocontrol.
Aunque no se puede negar que escuchar de sus labios "te quiero", cuando es de verdad, produce siempre una sensación de plenitud inigualable, de confort, de serenidad.
Sin embargo, si tuviera que elegir el modo que prefiero para  que me diga o para decirle yo "te amo", sería a través del lenguaje universal y sincero de los besos.
Y es que un beso de alguien realmente enamorado vale más que mil palabras. ¡Mucho más que un diccionario!
Por si acaso, yo no arriesgo y como tampoco estoy dispuesta a renunciar a nada, me curo en salud:
¡Te quiero!  

8 gennaio'18

venerdì 5 gennaio 2018

Queridos Reyes Magos

Queridos Reyes Magos:
Lo sé que mi carta va un poco justa de tiempo pero si sois de verdad magos (y no sólo "magi" como en italiano), no os supondrá ningún problema hacerme feliz o por lo menos ayudarme a ello.
A mí eso de si he sido buena o mala me parece una solemne tontería. El año tiene 365 días (el pasado incluso uno más) y da para todo. Sí os puedo decir que, cuando he podido, me he saltado todos los esquemas a la torera (que tampoco es de ahora...) pero ignoro hasta qué punto se puede incluir en "mal comportamiento". No he hecho daño a nadie de manera voluntaria y he aguantado estoicamente todo el daño que me han hecho a mí (¿Cuenta haber deseado repetidamente que se muera un indeseable?). Quizás es lo que mejor sabor de boca me ha dejado de este año: esa tendencia que tengo a no seguir las normas establecidas. Pero, vamos, que si os lo vais a tomar a mal, pues me  armo de hipocresía, os pongo lo que todos y ya: "Este año me he portado muy bien y he sido muy buena por lo que espero que me concedáis todo lo que os pido" pues de conceder se trata más que de traer.
Me gustaría que me dejarais un poquito de amor propio para no permitir que el primer imbécil que se me pone delante me trate como un limpiabarros. Si lo aderezáis con esa fuerza de voluntad de hierro que siempre he tenido y que lleva un tiempo flaqueando, la cosa creo que sería estupenda. No me iría mal una pizca de autocontrol y de respeto hacia mí misma y hacia las decisiones que tomo y que acabo pasándome por la gorra. No estaría mal aprender a vivir sin mendigar atención y afecto... Y, por qué no, un poquito de borderío y mala leche, que ya está bien de tanta empatía y de tanto tacto con cualquiera...
¿Cómo lo veis? ¡A mí me parece quimérico pero no soy ni reina ni maga ni nada que se le parezca!
No os voy a pedir salud porque para eso ya tengo mi B12, a mi hematóloga y demás médicos que me llevan. No quiero dinero porque no sois un banco y estoy bastante contenta en EVO. No os voy a decir que quiero la paz del mundo porque ya me parece misión imposible alcanzar la paz interior en mi propia persona.... ¿Sexo? Estoy bien como estoy, gracias... que luego se me acumula el trabajo y no doy abasto.... XD. ¿Amigos? Pues lo cierto es que cada vez tengo menos fe en la amistad aunque es verdad que los pocos auténticos que tengo me llenan.
¿Qué quiero? ¿Amor? Pues realmente, tampoco lo tengo claro. Si por amor se entiende a alguien con quien compartir instantes de intimidad, complicidad, risas, alegrías y bajones, es decir, fragmentos de vida.... sí, lo quiero (aunque ya sabéis que en fines de semana alternos y algún día que pueda arañar por ahí...). Porque estoy un poco harta de tanto tarambana que juega con mis sentimientos sin el menor escrúpulo.
Así que, queridos Reyes Magos, en lugar de traerme, prefiero que os llevéis mi capacidad para perdonar a los gilipollas, mi paciencia con quien no se lo merece, mi afán por dar segundas y terceras oportunidades a quien demuestra que me va a fallar siempre, la necesidad de entregarme al 100% a las primeras de cambio a quien no sólo no valora lo que recibe sino que además se cree que es un derecho adquirido y dosifica lo poco que da, mi tendencia a creer que antes o después algo va a cambiar engañándome a mí misma con la fugaz idea de que le importo algo a ese alguien.
Yo no quiero a alguien que me haga feliz sino a alguien con quien serlo: con semplicidad y sin grandes pretensiones. Me basta espejarme en sus ojos, sentir su tacto, acurrucarme en su cuerpo, dar una vuelta, tener ilusiones comunes...
Yo no quiero a alguien para toda la vida sino con quien disfrutar de cada momento porque ésa es la vida: el hoy, el ahora.
Yo no quiero a alguien con quien abstraerme del mundo sino a alguien con quien descubrirlo, destriparlo, gozarlo.
Yo no quiero a alguien que no sabe lo que quiere. Quiero a alguien que me quiera a mí sin pensar en las consecuencias (que pueden ser incluso buenas...).
En fin, queridos Reyes Magos, que tampoco tengo muy claro el contenido de esta carta. Por lo cual, me pongo en vuestras manos y haced lo que os parezca. Yo voy a seguir siendo como soy porque de otra manera, no sería yo y eso sí que supondría un problema.
¡Feliz viaje hasta estas tierras!
                                                Ibone
5 enero 2017