Abrázame.
No pronuncies palabra alguna.
Abraza mi cuerpo desvalido.
Protégelo del desamor,
del desamparo,
de la tristeza cruel que a veces lo atenaza;
del miedo a la soledad ruin y traicionera.
Abrázame,
fuerte pero sin hacer daño.
Que no me duela tu abrazo.
Que no me apriete.
Que no me ahogue.
Que no se me quede estrecho.
Quiero permanecer así,
pegada a tu pecho
sintiendo en mis sienes
los latidos del corazón
que alguna vez se alojó en tu pecho
y del cual yo era motor.
Quédate en silencio, mi amor,
abrazando mi cuerpo tembloroso,
apaciguando mi zozobra,
alejando la incertidumbre.
La indecisión.
La inseguridad.
La pena.
El profundo escepticismo.
Si quieres...
Mírame.
Clava en mis pupilas tu mirada tierna.
Roza con tus labios los míos.
Y, si es factible,
no dejes de abrazarme.
Quiero sentir tus brazos
alrededor de mi cuerpo
y soñar
que todo ello
no es un sueño.
Foto: Ibone- Acireale (Sicilia) luglio '19
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