Advertencia

Todo lo que publico en este blog es material original libremente creado por mi mente. La idea es la de reunir textos que he escrito en el pasado alternándolos con textos que produzco en la actualidad.
Ninguna pretensión literaria. Todo lo que escribo nace de mi imaginación, de mis sentimientos, de mis vivencias. ¡Es exclusivamente mío!
Yo no escribo lo que pienso, yo escribo lo que siento. Si a alguien lo incomoda de alguna manera, no tiene por qué leer.

mercoledì 7 febbraio 2018

Innamorata di Erika

Questa festa di San Valentino che stiamo preparando io e Caterina, ha scombussolato un po' tutta la famiglia. Difatti, ieri Erika mi ha chiesto se ero innamorata. Io le ho risposto di no. Ma che comunque, non sapevo molto bene come si fa a capire se una è innamorata o meno.
Io: "Tu che pensi? Come si fa a capire se si è innamorati?"
Erika: "Mami, quando uno è innamorato di te, ti guarda con gli occhi speciali e quando sta con te, resta senza parole, non gli escono le parole!".
Io: "Sì, ma come si fa a capire se tu sei innamorata,  no se qualcuno è innamorato di te? Tu o io. Come si sa?".
Erika (attimo di riflessione): "Perché ti batte forte il cuore e, quando parli, confondi le parole e non sai cosa dire!".
Io: "Beh! Allora io non sono innamorata. E tu?"
Erika (guardandomi quasi con ironia): "Noooooooo!!!!!"
In realtà io sì sono innamorata: di lei! <3
7 febbraio'17

domenica 4 febbraio 2018

Ansiedad

No es una situación. No suele haber un motivo, al menos no uno concreto. A veces, basta comer algo que no consigue digerir. Otras... ni ella misma consigue dar con el detonante. 
Crece, al principio puede ser poco a poco, reptando como una serpiente que deja un rastro de veneno imperceptible en un primer momento pero letal. Va encaramándose por su cuerpo, por el interior de su cuerpo, insinuándose al inicio. Ella lo sabe, lo nota, lo percibe desde el primer roce de las garras de la bestia. La última vez empezó incluso un día antes. 
No puede pararla, lo sabe. Lo comprendió hace años cuando la bestia era aún más cruel, sangrienta. Cuando le parecía que el corazón se le paraba y con él todos sus miembros. Recuerda el consejo que le dio su terapeuta de entonces: ¡Nunca pretender que desaparezca de golpe! No es posible. Lo único que conseguirá es que aumente aún más deprisa su voraz apetito y la engulla más fuerte. Puntuar al monstruo entre 0 y 10 según su intensidad. Por difícil que pueda resultar, lo importante es intentar que no aumente, no al menos por encima de 5 ó 6 que a ella ya le parece insoportable. Beber agua en pequeños sorbos... ¡Paliativos!
No es una situación. Pero sí miles de pensamientos incontrolables y ella lo sabe aunque no puede tenerlos bajo control y también la bestia lo sabe. Se aprovecha de su fragilidad en esos momentos para generar más pensamientos hasta que llega a la boca del estómago, se extiende como los tentáculos de un pulpo gigante por parte de su pecho, de su sien izquierda, la mandíbula, el brazo; siempre es el lado izquierdo el que se lleva la peor parte. 
Siente deseos de escapar. Si está fuera de su casa, la ansiedad aumenta notablemente porque se siente desvalida, en medio de la tormenta y sin paraguas ni medios para protegerse de lo que se le viene encima. No soporta estar con gente. Quiere correr a su casa. Encerrarse en ella. No ver a nadie. No puede. Ése es el verbo que define su estado: NO PUEDE. Sabe que es una sensación sin base real pero NO PUEDE razonar. Sabe que es algo pasajero, pero NO PUEDE con ello, le parece eterno. No consigue ver más allá del túnel negro que siente dentro. No, no se siente vacía, se siente demasiado llena: llena de angustia, de dolor, de impotencia, de pensamientos, malditos pensamientos: son tantos  que ni siquiera consigue enfocarlos. 
En ese momento, ella sólo tiene algo realmente claro: ¡NO PUEDE vivir! No puede.... Que no es lo mismo que querer morir. ¡Todo lo contrario! Ella QUIERE vivir, ama vivir pero NO PUEDE. Y esto aumenta el desgarro que siente dentro con lo que se abre un abismo dentro de su ser.
Por suerte en los últimos tiempos, la bestia la lleva a un estado de somnolencia incontrolable. Y ella se obsesiona con un único pensamiento: "Tengo que dormir, tengo que dormir, tengo que dormir". Irme a casa. Estar en casa. Dejadme sola. Tengo que dormir. ¿No veis que NO PUEDO vivir?
Sus pequeños amores lo saben. Saben que ella está mal. No puede disimular. La bestia es potente y muestra su poder sobre ella con prepotencia. "No me encuentro bien", les dice. "Necesito echarme. Necesito dormir. Por favor, ocupaos vosotras de todo. Yo NO PUEDO". Sabe que son responsables y autosuficientes, eso lo sabe. ¡Son maravillosas!, lo sabe.
Las ama por encima de todo en este mundo y eso hace que se sienta aún peor porque NO PUEDE ocuparse de ellas como le gustaría. NO PUEDE. Se siente inadecuada para el papel de madre. En esos instantes.
Tiene que echarse. ¡Qué suerte que está en casa! Cuando está por la calle, es aún más insoportable. 
NO PUEDE hablar con nadie. Porque necesita TODA su energía para no doblegarse por completo a la bestia. Es una hemorragia de energía la que consume que la deja exhausta. En ese momento, NADIE importa. NADIE le interesa. NO PUEDE permitírselo porque debe concentrar todos sus esfuerzos en superar su impotencia ante el monstruo que se ha apoderado de ella. Necesita pensar SÓLO en ella misma. ¡No puedo, lo siento, no me lo tengáis en cuenta! 
Y piensa que prefiere un millón de veces los estados de tristeza, de apatía... No duelen tanto. ¡Si pudiera llorar! NO PUEDE. Necesita toda su fuerza de voluntad para no sucumbir a la sensación de NO PODER vivir. 
Haciendo acopio de la poca racionalidad que la bestia le deja, intenta convencerse a sí misma de que pasará, de que mañana o pasado mañana, de repente se levantará y sentirá dentro de ella LA VIDA, la luz que en esos momentos es gris, oscura. Sin embargo, el monstruo no se da por vencido y al mismo tiempo contraataca recordándole que no va a dejarla para siempre. Va a volver, porque SIEMPRE vuelve. ¿Qué te he hecho yo, bestia, para que me hagas esto? Y piensa que todo ese estrés le está acortando la vida. Intenta ahuyentar estos pensamientos a pesar de que cuesta... ¡y tanto!
Por fin, cae en un estado de modorra. En el mejor de los casos, se duerme profundamente sin saber si despertará sola o con el aliento asqueroso del monstruo en su rostro, con su brazo de ganzúa dentro de su estómago y con una losa que pesa toneladas sobre sus pulmones.
Y lo peor es sentirse incomprendida porque nadie que no haya pasado por algo parecido es capaz de entender la enorme gravedad de lo que le sucede. Odia la superficialidad, los comentarios banales... 
Bueno... Ha pasado... Por esta vez, sigue viva. 
¿Hasta cuándo?
4 febbraio 2018 (A mi psicóloga que es un encanto y a todos los que no consiguen entender que alguien con una vida "perfecta", según ellos, pueda sufrir ataques de ansiedad o pánico. Sabed que yo tampoco lo entiendo pero, muy a mi pesar, es exactamente lo que siento).
                                               Ibone